Alguien
se imagina a una persona saliendo de la oficina
y que un grupo de compañeros de trabajo le rodeen y empiecen a grabar como dos de ellos le
pegan una paliza.
Ya
es bastante angustioso que dependiendo de en qué sitios y a qué horas puedas
sufrir una agresión, como para que esto pase en el colegio que, se supone, es
un lugar civilizado.